domingo, 27 de abril de 2014

'Final del juego' de 'Julio Cortázar'



 Publicado en 1956, en 'Final del Juego' el autor argentino Julio Cortázar relata historia de tres hermanas que a la hora de la siesta salen a las vías del tren a jugar un juego que nombran: 'Estatuas y Actitudes'. En el video que se encuentra a la derecha presenta un breve resumen de la historia. 







Esta imagen representa, en mi opinión las vías del tren donde la narradora y sus hermanas, Leticia y Holanda, jugaban durante la hora de la siesta. Y la segunda imagen, los alrededores de las vías.

-'Nuestro reino era así: una gran curva de vías acababa su comba justo en frente a los fondos de nuestra casa. No había más que el balasto, los durmientes y la doble vía; pasto ralo y estúpido entre los pedazos de adoquín donde la mica, el cuarzo y el feldespato- que son los componentes del granito- brillaban como diamantes legítimos contra el sol de las dos de la tarde.[...]'  



En mi opinión, en esta imagen se ve representada Leticia, a quién se la describe como 'la más privilegiada' y 'la más feliz'.

'[...] pero Leticia era la más flaca de las tres, y para peor, una de esas flacuras que se ven de afuera, en el pescuezo y las orejas. Tal vez el endurecimiento de la espalda la hacía parecer más flaca, como casi no podía mover la cabeza a los lados, daba la impresión de una tabla de planchar parada, de esas forradas de género blanco como había en la casa de las de Loza.' 




Esta imagen se relaciona con la historia porque a una de las hermanas, Holanda, le había tocado ser estatua y eligió una pose de bailarina, en la cual levantaba una pierna e inclinaba la cabeza hacia atrás. 

'Pasó que Holanda tuvo la suerte increíble de ganar tres días seguidos. Superándose, hizo las actitudes del desengaño y el latrocinio, y una estatua dificilísima de bailarina, sosteniéndose en un pie desde que el tren entró en la curva.'

Esta imagen sería del final de la historia. Cuando, de alguna manera, Leticia se 'despide' de Ariel haciendo esta estatua dolorosa, ya que dado su problema de la espalda le era difícil mover la cabeza y doblar la espalda. 

'Levantó los brazos como si en vez de una estatua fuera a hacer una actitud, y con las manos señaló el cielo mientras echaba la cabeza hacia atrás (que era lo único que podía hacer pobre) y doblaba el cuerpo hasta darnos miedo.'  

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